IBIZA + FORMENTERA!

Ibiza no fue lo que imaginaba, ni la tierra de Locomia donde solo hay boliches, ni el refugio de hippies argentinos que viven en chozas ecológicas. O por lo menos no fue lo que vimos. Para mi fue un centro horrible y ochentoso que nada tiene que envidiarle a San Bernardo en octubre y unas playas paradisíacas de mar transparente que conocimos gracias al pequeño y simpatiquísimo auto que alquilamos. 

Exterior día – Puerto de Ibiza

Él: Hola chicas, tienen papel de liar?

Nosotras: Sí, tomá…hola, sos argentino, no? Tenes porro?

Él: estoy yendo justo ahora a pegar diez eurillos de maría. Qué hacen por acá?

Nosotras: Estamos viendo cómo cruzar a Formentera, tenés idea?

Él: tienen que coger un barco…ay, dije coger, para Uds. debe sonar rarísimo…

Nosotras: claro…vos vivís acá?

Él: Sí, vine a currar, a ver qué pasa…

Nosotras: Ah, mirá…hace mucho que estás?

Él: eh…más o menos…tres semanas.

El diálogo es todo cierto, no tiene ni una sola palabra modificada. Nos dio su teléfono para salir a la noche y nosotras lo llamamos, pero él nunca atendió. 

Formentera es una isla preciosa. La recorrimos toda en bicicleta al grito de “Cabo Polonio la tenés adentro!!”

Ahí también me perdí, pero esta vez Popi pensó que me había caído de la bicicleta y quebrado todos los huesos. Pero no, simplemente doblé para el otro lado...