Apenas nos subimos, a Popi le llegó un tweet aún sin tener conexión a Internet. Le adviertían que no entremos drogas a Alemania porque revisan a los sudamericanos.
Así se fue la marihuana holandesa, por el inodoro del lujoso tren.
En el vagón comedor no nos dejaron jugar a las cartas ni tomar mate.
Nazis.
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